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martes, 10 de diciembre de 2013

Aunque tarde, los sueños pueden hacerse realidad

Hay veces en esta vida que suceden cosas que hacen que viajemos atrás en el tiempo. Aún recuerdo esas mañanas de domingo viendo en el salón de mi tío Juan al Betis de Amato y Gastón Casas. Aunque mi tío era sevillista, le encantaba que pasáramos los domingos por  la mañana juntos viendo el partido del plus, que normalmente era del conjunto verdiblanco o del Sevilla FC. Mientras tomábamos unas patatitas o con suerte alguna tapita de jamón o caña de lomo, debatíamos de fútbol y a veces incluso nos chillábamos, pero siempre nos despedíamos con un beso hasta el próximo domingo. Mi tío, que disfrutaba más aún que yo, solía decirme que le encantaría tener un hijo o un sobrino entrenador. Su hijo, aunque gran pelotero, no quiso aspirar más de lo que simplemente entendía el fútbol, como un juego. Sobrinos tenía tres. El más pequeño que soy yo, simplemente se ha limitado a narrar las aventuras y desventuras del balompié, el mayor nunca tuvo interés por el fútbol, pero el mediano sí que la tuvo. Tanta que esta semana se convirtió en entrenador del histórico Écija Balompié. Un equipo profesional  que, aunque en decadencia, dio lugar a que hombres como Paco Chaparro o José María Nogués entrenaran al Betis o que jugadores como Nolito se dieran a conocer para ser auténticas estrellas de la Liga. David Sánchez Marín, que así se llama el afortunado, toma las riendas del club astigitano con tan solo 29 años, una precocidad en un fútbol en el que prima la experiencia.

Tras recibir la noticia, me sentí orgulloso de mi primo, pero sobre todo me emocioné por pensar lo feliz que estaría mi tío desde el cielo viendo como uno de sus sobrinos hacía su sueño realidad. 

martes, 26 de noviembre de 2013

La prostitución del fútbol

Hace ya mucho tiempo que el fútbol dejó de ser un entretenimiento para convertirse en una forma de vida. En España, el fútbol mueve mucho más dinero que cualquier otro evento cultural, en ocasiones incluso es capaz de desplazar a la política y a la economía a un segundo plano en la apertura de los informativos generalistas. Mucha gente ve los informativos como quien va al cine y come palomitas esperando que empiece la película, solo que lo que espera este ansioso espectador es la información deportiva, cada vez más amplia y por qué no decirlo, cada vez más mala.

En este contexto en el que el fútbol más que un deporte es una industria, es inevitable hacer cualquier cosa para ganar dinero. El dinero es el que permitirá a un club fichar a grandes jugadores, mantener sus grandes sueldos, y supuestamente, obtener grandes resultados deportivos. Los grandes resultados deportivos traerán consigo mejores contratos de televisión y los grandes jugadores traerán consigo mejores patrocinadores y un mayor número de ventas de merchandising. Quien por valores éticos decida permanecer fuera de este juego, está destinado irremediablemente a su propia autodestrucción.

Hace ya tiempo que vemos normal que los clubes luzcan en sus camisetas patrocinadores, pero esto en su momento fue visto como algo que 'ensuciaba la camiseta del club'. Argumentando que los tiempos cambian y que el dinero de esos patrocinadores en la camiseta era algo necesario, lo hemos aceptado e interiorizado de tal manera que nos extrañamos cuando vemos a un club sin patrocinador. Siguiendo con esta prostitución a la que se somete el mundo del fútbol, el siguiente paso fue poner en venta el nombre de los propios estadios. Los que en su día fueron sagrados templos del fútbol como Highbury, el Olímpico de Munich o el Westfalenstadion se han transformado en el Fly Emirates, el Allianz Arena o el Signal Iduna Park. En España nos encontramos algunos casos en equipos pequeños (Reyno de Navarra u Ono Stadi), aunque afortunadamente, por los motivos que sean, el nombre de estos estadios han vuelto a la normalidad. Esta situación en España podría sufrir un giro de 180 grados si el Real Madrid decidiera renombrar al Santiago Bernabéu con el 'bonito' nombre de Microsoft. Lo dicho, pura prostitución.

Pero la prostitución va más allá de los simples clubes de fútbol, que al fin y al cabo solo son los peones de la industria futbolística. ¿Qué pasa cuando es FIFA la que se prostituye por dinero?. Pues no tardaremos muchos años en comprobarlo. La propia FIFA, quien prohíbe en competiciones continentales e intercontinentales que el nombre de un estadio sea de una marca publicitaria, no ha dudado en venderse por dinero. Me refiero con esto a la más que dudosa elección de sedes para la celebración de los próximos mundiales. Si bien el Mundial de 2018 se celebrará en Rusia (lugar algo incómodo por las condiciones climáticas, pero bueno, no deja de ser un país con una importante tradición futbolística), es con Qatar 2022 cuando al buen aficionado al fútbol se le cae el alma al suelo. ¿Qatar?, sí, Qatar. ¿Qué se le ha perdido al fútbol allí?. Perdido nada, pero seguro que la FIFA encuentra un buen puñado de los famosos petrodólares. No contentos con darle el Mundial a un país sin ninguna tradición futbolística y cuyo cumplimiento de los derechos humanos básicos es más que inexistente, la FIFA está dispuesta a que el Mundial se celebre en... ¡¡¡INVIERNO!!!.

Cuando llegue el 2021 veremos como todas las competiciones futbolísticas nacionales y continentales se detendrán en el mes de diciembre para que en enero de 2022 se celebre un Mundial en Qatar, porque el verano qatarí es demasiado cálido para la práctica del fútbol. La población qatarí, como gran conocedora y aficionada al fútbol, seguro que llenará todos los estadios. Es más, seguro que cualquier qatarí podrá permitirse el lujo de comprarse una entrada para un partido de un Mundial, ya que en Qatar sobran los petrodólares. 

Solamente me queda decir que si juntar un Mundial de fútbol con Qatar (con su gran pasión futbolística, sus desiertos, sus camellos, sus petrodólares y sus infracciones de los derechos humanos) no es prostituir el fútbol, poco más me queda por ver. Y que salgan ahora los que vean a Qatar 2022 como una oportunidad para 'evangelizar' a esos 'pobres demonios'.

viernes, 22 de noviembre de 2013

Escepticismo incongruente

El fútbol conlleva dudas, incertidumbres y titubeos; al igual que certezas, dogmas y convicciones. Épocas gloriosas versus etapas en blanco. Mantener las primeras contiene un añadido de presión con respecto a las segundas. Un reto harto complicado, del mismo modo que apasionante, para el Tata Martino.

Tito Vilanova no podía continuar, había que encontrar sustituto. El éxito de la “era Pep” aún suponía – y supone- vértigo, una etapa muy complicada de igualar. El elegido fue el Tata Martino. Con plantillas muy diversas en cuanto a prestaciones, consiguió ser exitoso. Un cambio de rumbo hacia un entrenador que no se crió en “Can Barça”.
   
Los registros, hasta el momento, son incuestionables. El conjunto blaugrana lidera la Liga BBVA en solitario y en Liga de Campeones se encuentra con el pase prácticamente sellado a falta de dos partidos. Se cuestiona el virtuosismo de su juego, que no se asemeja al de Pep pues con el Tata no es obligatorio salir desde atrás jugando. Si hay que dar un balonazo en largo, se hace. Además, el argentino ha llevado a cabo modificaciones tácticas, como colocar a Messi de nuevo en el flanco diestro del ataque barcelonista.

El fútbol es rico en cuanto a visiones. Todos entienden, todos entendemos. Lo que para uno es blanco, para el otro puede ser negro. Y viceversa. Lo cierto es que de momento, al Tata, no se le puede reprochar nada. Y no es rescatar a Maquiavelo y su “el fin justifica los medios”. El Barça realiza una propuesta de buen fútbol, de gran fútbol, pero también de pragmatismo, saber interpretar las jugadas. Ese es el verdadero fútbol. Y así, los resultados son admirables. 

martes, 19 de noviembre de 2013

FIFA, Blatter, Balones de Oro y demás cuentos chinos...

La FIFA, con Joseph Blatter al frente, ha alargado el periodo de votación para el Balón de Oro hasta el día 29 de Noviembre. Muchas voces del mundo del fútbol ven en esto una jugada de ajedrez con el objetivo de que sea Cristiano Ronaldo el jugador que levante el trofeo dorado. Sin embargo, hasta hace bien poco era el francés Ribéry el que figuraba como favorito en todas las quinielas. Ahora bien, llegados a este punto me pregunto de qué sirven todas estas conjeturas.

Al balón de oro le quedan pocos quilates de credibilidad. ¿Qué credibilidad se le puede dar a un trofeo individual que no han ganado jugadores como Ronaldo Nazario, Raúl, Xavi o Iniesta? Este galardón ya está muerto y Cristiano Ronaldo así lo sabe. Por eso, muchos esperan que sea el portugués el ganador del trofeo y que no se presente a la gala de entrega tal y como se comenta en los mentideros del fútbol. En cambio, yo le diría al señor Blatter que cogiera el balón de oro y lo fundiera para poner en letras doradas lo incompetente que ha resultado su gestión a lo largo de los años que lleva al frente del máximo organismo futbolístico internacional. Si esto no fuera posible, le invitaría a que se lo entregara a cualquiera de sus compatriotas, esos que han celebrado la clasificación al mundial como si hubiesen ganado la Champions League. 

Si de verdad hubiera un título que objetivamente designara al mejor jugador del mundo, ese sería Cristiano Ronaldo. Mientras tanto, ni todos los balones de oro del mundo podrán eclipsar el brillo del astro portugués.

viernes, 15 de noviembre de 2013

Ganas de derbi

Estamos en el año 2013 después de Jesucristo. Toda la Hispania está ocupada por el binomio Barça –Madrid… ¿Toda? ¡No! Una aldea poblada por irreductibles hispalenses resiste todavía  y siempre a la invasión de federaciones o prensa que intentan conseguir que seamos blancos o seamos azulgranas. Mientras algunos intentan conquistar Híspalis,  béticos y sevillistas intentan año tras año erigirse como los jefes de su aldea.

Todavía queda, pero con permiso de los compromisos de la selección española, ya somos pocos los que no estamos pensando en coger nuestra bufanda y dirigirnos a vivir el mejor derbi de España. ¿El mejor? Sí, el mejor porque…

Aunque pueda haber derbis con más calidad sobre el terreno de juego, como puede ser el Atlético de Madrid – Real Madrid, no existe una ciudad que se vuelque tanto durante todo el año por este partido. Además, en el caso de Real Madrid o Barcelona es sabido su preferencia a ganarse entre ellos que a sus rivales locales.

Sevilla es una ciudad muy pasional. Aún se recuerda los casos de Antonio Puerta y Miki Roqué y la unión de ambas aficiones por tales desgraciados sucesos. Año tras año se rinde culto a los futbolistas y domingo tras domingo se corea el nombre de ellos en los estadios que los vieron triunfar.

Atrás quedaron los desagradables sucesos ocurridos en derbis anteriores como el botellazo a Juande Ramos, la agresión con muleta a un segurata o los bengaleos. Todavía quedan los dos impresentables de siempre, pero parece que a raíz de la ya mencionada muerte de Antonio Puerta, algo se apoderó dentro del corazón de los fieles seguidores de Sevilla y Betis y ya se vive todo de otra manera.

Se vive con mucho arte. Es el tópico con el que se vende siempre en la prensa el derbi, pero tampoco les falta razón. Son usuales los chistes, bromas o montajes que circulan por las redes sociales entre las aficiones y por supuesto el espectáculo que se vive en el campo, con personajes de tal índole como la abuela del Betis.

Desde fuera se mira con mucha atención. Betis y Sevilla son dos clubes que venden mucho fuera de su tierra. Mismamente en Cataluña viven y trabajan muchísimos andaluces que no olvidan los colores de su equipo. Las televisiones son conscientes de ello y tanto Betis como Sevilla se retransmiten con mucha asiduidad. El ejemplo más claro es que al menos a uno de los dos clubes son ofrecidos en las pantallas cuando juegan la Europa League.

Dejan huella. Raro es el ex jugador o ex entrenador que haya trabajado en alguno de los dos clubes y que no declaren durante la semana del derbi su apoyo a su anterior club. El año pasado, tras la derrota del Betis por 5 a 1 en el Ramón Sánchez Pizjuán, el conjunto de La Palmera recibía al Mallorca de Joaquín Caparrós. El utrerano no dudó en mostrar la palma de su mano abierta recordando a la parroquia verdiblanca la humillación que había sufrido la semana anterior.
No hay favoritos. Esta afirmación es tan sencilla como que los jugadores saltan al campo supermotivados y tan solo pequeños detalles deciden un choque que puede dar mil vueltas. El último derbi en el minuto 42 se decantaba a favor del Sevilla por 0-3. En el minuto 88, el Betis empata el partido tras una extraordinaria 2ª parte.

Con 6 años o con 100, un derbi te pone el corazón acelerado y te hace olvidar todos los problemas que sufras en tu vida diaria. Disfrutarlo es lo importante, y si el resultado es desastroso para tu equipo,  sentirte orgullo de tener el mejor derbi de España.

martes, 12 de noviembre de 2013

El valor de la cantera

Desde que los ingleses crearon el fútbol, siempre se consideraron superiores al resto de los países en lo que a cuestiones futbolísticas se refiere. Y con razón. Para bien o para mal, los ingleses cumplieron en el mundo del fútbol el mismo papel que España cumplió colonizando y evangelizando América. Los británicos comenzaron a formar parte importante de muchos equipos que comenzaban a surgir por toda Europa, sobre todo en ciudades importantes comercialmente hablando. Tener ingleses en las filas de un equipo era sinónimo de calidad. De hecho, el apodo con el que se le conoce a la selección inglesa de fútbol (los pross) deriva de la palabra 'profesional' y aparece entre finales del siglo XIX y principios del XX, cuando comenzaron a profesionalizar el fútbol y a crear campeonatos regulares para en definitiva, montar un negocio organizado que se acabó extendiendo como la pólvora por todo el mundo.

Las selecciones británicas se mostraban intratables con respecto a las del resto del mundo. Un dato significativo es el hecho de que el primer partido que pierde la selección inglesa en su historia (sin contar las derrotas con Escocia, que era tan profesional como los ingleses) no se produce hasta el 15 de mayo de 1929 (4-3 en el Metropolitano de Madrid ante España). Esto significa que desde la creación más o menos oficial del fútbol en 1863 hasta el citado año de 1929, los británicos fueron los auténticos jefes del deporte durante más de 70 años. Pero con la progresiva profesionalización del fútbol por todo el mundo esto empezó a cambiar. Se creaban campeonatos regulares en todos los países y comenzaban a usarse jugadores nacionales. De hecho, un gran déficit histórico de los futbolistas ingleses es que no se adaptan al fútbol fuera de las islas. Muchos británicos veían el irse a jugar fuera como una vergüenza.

A mediados del siglo XX la profesionalización mundial del fútbol ya es un hecho. Sudamérica es un gran filón de futbolistas rebosantes de calidad y Europa es la cuna del fútbol, donde más negocio existe. Esto provoca que muchos sudamericanos lleguen a Europa como importantes figuras de grandes clubes (Di Stéfano en el Real Madrid, Sívori en la Juventus, etc). Además, a la Europa occidental de la época llegaban numerosas estrellas de Europa Oriental que habían conseguido escaparse de su países (Puskas, Kubala, etc). Con estas incorporaciones, el fútbol español dio un importante salto de calidad a la vez que los Zamora, Lángara o Quincoces eran reemplazados por futbolistas foráneos.

El resultado de esta masiva incorporación de futbolistas extranjeros fue magnífico a corto plazo (equipos como el Real Madrid o el FC Barcelona adquirieron gracias a Di Stéfano y a Kubala un estilo de juego que hasta hoy les caracteriza), pero a largo plazo destrozó el nivel competitivo de la selección española. Tras el fracaso de España en el Mundial de Chile'62, se decidió cerrar fronteras en España. Desde 1962 hasta 1973, en España solo jugarían los españoles. durante este periodo la selección española cosechó buenos resultados destacando la consecución de la Eurocopa de 1964. Pero los tiempos avanzaban y no permitir el acceso de futbolistas extranjeros a España daba una visión negativa hacia el exterior en una España en la que Franco ya agonizaba. Además, incorporar extranjeros era un fuerte impulso para el comercio.

Desde 1973 se permite que cada equipo tenga dos extranjeros en sus filas. De manera que había que seleccionar muy bien a quién se fichaba. Generalmente eran delanteros que marcaran las diferencias mientras el resto del equipo estaría conformado por futbolistas nacionales que dotaran al equipo de un carácter propio. Algunos equipos como el Athletic de Bilbao o la Real Sociedad se negaron a fichar extranjeros y obtuvieron unos resultados formidables: la Real Sociedad gana en 1981 y 1982 sus dos únicas ligas españolas y el Athletic de Bilbao también encadena dos entorchados nacionales en 1983 y 1984.

Pero la potencia económica se fue imponiendo. El negocio aumenta con la Ley Bosman, la cual permitía el acceso de jugadores europeos o nacionalizados europeos en cualquier equipo de Europa sin que contara como extranjero. Muchos equipos comienzan a perder los valores que lo habían identificado durante años y años. El Arsenal, el equipo más histórico de Inglaterra llegó a formar una alineación a principios del siglo XX en la que no figuraba ni un solo inglés. El negocio le ha ganado la partida al deporte, hoy en día muchos canteranos no tienen su oportunidad porque se ha fichado a un jugador extranjero de su misma edad por un precio astronómico y este sí puede jugar. Afortunadamente, a España esto le ha venido bien, al menos en lo que a nivel de selecciones se refiere. Se ha logrado juntar una generación de futbolistas que brillan en  los grandes equipos de Europa y que han llevado a la selección a lograr dos Eurocopas y un Mundial de manera consecutiva.

La crisis económica en Europa no ha cambiado para nada la situación, solo ha provocado que los equipos grandes sean cada vez más grandes y los equipos pequeños cada vez más pequeños.

viernes, 8 de noviembre de 2013

Autoestima

El rendimiento de un futbolista, a pesar del escepticismo existente al respecto, depende de una serie de condicionantes. Es un sumatorio de elementos en el que tienen cabida cuestiones psicológicas y emotivas, entre otras. Tener la autoestima a niveles muy altos se traduce en máximo nivel. Un claro ejemplo, Diego Costa. 

Todos los clubes de fútbol fijan unos objetivos que el profesional del fútbol debe aceptar y dar todo a fin de conseguirlos. Además, debe competir a máximo nivel diariamente para alcanzar las prestaciones que el entrenador exige a sus jugadores. Diego Costa, tras la salida de Falcao al Mónaco, interpretó que las metas marcadas por el Atlético de Madrid iban a depender de su rendimiento. El “Cholo” Simeone lo exprimió, lo recalcó como pieza indispensable y Diego Costa respondió con creces.

El fichaje de David Villa no dejó en segundo plano a Diego Costa. Todo lo contrario, se entienden a la perfección, pero brilla más Diego Costa. La creación de ambientes hostiles sobre Diego Costa en todos los campos de España se ha convertido en rutina. Por su carácter, ello supone un plus. Todas las miradas van hacia él, y ahí D.Costa se crece: presiona, va con todo, disputa con agresividad los balones divididos y manda callar al rival en la celebración de los goles.

El éxito en el fútbol es muy complicado. Unos se caen en el intento, otros a se quedan a medias y sólo los elegidos llegan a conseguirlo. Varios son los casos de frustración y ansiedad que ejercen de límites para el futbolista. La confianza y la autoestima se erigen como percepciones y sentimientos clave para alcanzar el máximo rendimiento.

martes, 5 de noviembre de 2013

El fútbol es de catetos

El fútbol es el deporte más popular entre la población española. Sin embargo, existen detractores de este deporte que, para algunos, ha dejado de serlo  para convertirse en una forma de vida. La vecina que quería “pincharte la pelota” cuando jugabas con tus amigos en la plazoleta del barrio, el que piensa que va a una jungla cuando entra por las puertas del estadio, el amigo inteligente que cree que el fútbol es un deporte de catetos, el que critica que un club se gaste sus propios fondos para hacerse con los servicios de jugadores llegados de todas partes del mundo. Todos conocemos a alguno de estos personajes que merodean por nuestras vidas. A ellos y a todo el que me quiera leer, le diría que fútbol es mucho más que espectáculo, dinero y fama. 

Todo el que ha estado dentro de las cuatro paredes de un vestuario sabe que eso no es lo importante, sino que se lo digan a los jugadores que compiten en divisiones inferiores invirtiendo su tiempo y jugándose su integridad física de forma casi gratuita. ¿Qué saben las “mentes superiores” de los amigos que se hacen con la rutina de los entrenamientos? ¿Qué saben ellos de los valores deportivos que se adquieren pegando patadas a un balón? ¿Qué saben de lo saludable, enriquecedor, divertido y reconfortante que es este deporte? Por suerte, el fútbol también enseña a obviar este tipo de comentarios derrotistas del típico niño que no daba la talla para entrar en el equipo del barrio y que después se hizo mayor.

viernes, 1 de noviembre de 2013

250 millones de dólares por un Cézanne

“Los números de la operación por Bale me parecen casi una falta de respeto para el mundo”, afirma el 'Tata' Martino sobre el posible fichaje del galés por el Real Madrid. Se habla de 90 millones de euros, de 92 o incluso 100, superando a Cristiano Ronaldo. El entrenador azulgrana con estas declaraciones se une a la de muchísimas personas que se escandalizan por las cantidades económicas que maneja el fútbol, llegando a considerarlas como una locura.


El fútbol es el deporte más internacional, más querido y que levanta mas pasiones en la tierra. Una verdadera y justificada locura. Es solo fútbol me podréis contrarrestar, pero al fin y al cabo es mejor sentir locura por algo sano como es un deporte que por otros vicios o negocios que mueven también cantidades enormes de dinero.

En todo caso, ¿vale una persona 100 millones de euros? Obviamente si genera unos beneficios que los rentabilice sí, y el más claro caso es el portugués Cristiano Ronaldo.

94 millones de euros son los que le costaron a Florentino Pérez traérselo desde Manchester y muchos los que no entendían que se pagara esta cantidad por un solo refuerzo. Si analizamos lo deportivo, que al fin y al cabo es lo que importa en el fútbol, CR7 ha marcado 201 goles en 199 partidos consiguiendo con ello 1 Liga, 1 Copa del Rey y 1 Supercopa de España y se ha convertido en el sexto máximo goleador de la historia del Real Madrid en tan solo cuatro años. A nivel colectivo se podrá poner en entredicho si el Madrid ha cumplido en los objetivos, pero lo que está claro es que el delantero ha jugado de manera sobresaliente y con ello ha conseguido el respeto de todo el madridismo y del mundo del fútbol. Pero, ¿Sigue siendo suficiente razón para que en su momento se pagara lo que se pagó?.

Por supuesto que fue suficiente. Según publicó el diario “A Bola” en el primer año de Cristiano Ronaldo en el Real Madrid, el club blanco vendió tan solo en Madrid un millón de camisetas y consiguió recaudar 100 millones de euros en todo el mundo. Por aquel entonces, Cristiano lucía el 9 porque el 7 lo tenía Raúl, y al año siguiente fueron muchas las camisetas que se volvieron a vender esta vez con su número favorito a la espalda. La tienda Adidas con más ganancias del mundo es la que tiene en el Santiago Bernabéu.

Así pues, pueden hacerse una idea de todo lo que puede generar una persona como Cristiano Ronaldo, Gareth Bale, David Beckham o un fiasco futbolístico como ha sido Kaká. Tendrán un precio alto respeto a lo que manejan la mayoría de los equipos de fútbol en sus traspasos, pero sin duda las ganancias que generan hacen que lo caro al final salga barato. Yo mismamente pagaría un cheque en blanco por jugadores como Cristiano Ronaldo, Messi o David Beckham si pudiera.

Si os lleváis las manos a la cabeza porque al deporte no se le puede tratar como un negocio, espero que también lo hagáis cuando se pagan 250 millones de dólares por un Cézanne.

martes, 29 de octubre de 2013

Las dudas de Carlo

Dispuesto a olvidar al portugués José Mourinho, Florentino Pérez fijó sus ojos en el italiano Carlo Ancelotti. Se podría decir que Ancelotti es la antítesisis perfecta de Mourinho. Ancelotti es cauto, Mourinho provocador. Ancelotti es comedido, Mourinho polémico. Ancelotti apuesta por un juego vistoso, Mourinho... bueno, Mourinho es Mourinho. Carlo tiene esa elegancia que solo los italianos saben tener y Mourinho... bueno, Mourinho es Mourinho, un torbellino que arrasa con todo lo que le rodea. Carlo aterrizó en Madrid con la promesa de traer un edén futbolístico al Santiago Bernabéu. A finales de octubre, Carlo no sabe aún cómo quiere jugar, ni a qué quiere jugar y ni siquiera con quién quiere jugar. Y lo más importante de todo para un club como el Real Madrid: no siempre gana. Carlo duda, Florentino tiembla.

La idea parecía bien clara a finales de junio. Se quería un juego vistoso, y se veía en Carlo Ancelotti a la persona adecuada para desarrollar ese estilo de juego. Los fichajes parecían coherentes con lo que se pensaba hacer en el terreno de juego (algo que no siempre ocurre en el Real Madrid). Llegaron Carvajal, Isco e Illarramendi, todos ellos con un perfil similar: jugadores jóvenes, españoles, ideales para un fútbol de control y además se acababan de proclamar de una forma muy brillante campeones de Europa sub-21. A estas altas habría que añadirle el ascenso de Jesé Rodríguez a la plantilla del primer equipo procedente del Castilla. Y Casemiro, la sorpresa de la pretemporada, un mediocentro muy joven que prometía mucho hace un par de años pero que había entrado en un cierto declive, motivo que propició que el Real Madrid lo fichara por un precio muy asequible. El rendimiento que dio en la pretemporada parecía presagiar su resurrección cual ave Fénix. Parecía que por fin había un proyecto, un estilo y los jugadores adecuados para desarrollarlo.

Pero entonces apareció el mayor problema que sufre este Real Madrid desde la llegada a la presidencia de Florentino Pérez allá por el año 2000. La vanidad, el pecado favorito de Florentino Pérez. Incapaz de resistirse a dejar pasar el golpe mediático dado por el FC Barcelona con el fichaje de Neymar, Florentino se encontraba en el último día del mercado de fichajes y debía dar un golpe de efecto. El elegido: Gareth Bale. El futbolista galés debía ser jugador del Real Madrid costara lo que costara. Y así se hizo. 91 millones de euros para unos, 101 para otros. Hablamos de cualquier manera de uno de las tres transferencias más caros de la historia del fútbol. Con el agravante de la salida del club blanco de Mesut Özil.

¿Es tan bueno Gareth Bale? No seré yo quien diga que no, pero conviene tener en cuenta una serie de datos: Gareth Bale se desenvuelve en la posición de extremo izquierdo (donde el Real Madrid tiene a Cristiano Ronaldo, para muchos el mejor jugador del mundo), hasta no hace más de dos años jugaba como lateral izquierdo, nunca a pasado de cuartos de final en la Champions League, nunca ha sido máximo goleador de la Premier League, nunca ha ganado la Bota de Oro, nunca ha sido un candidato serio al Balón de Oro, es propenso a ciertas lesiones y su equipo nunca ha ganado un solo título en su etapa como titular. Además es británico, y conviene recordar que ni un solo futbolista procedente de las islas británicas ha triunfado nunca en el fútbol español. A todo esto, Gareth Bale es un jugador con una velocidad endiablada, potencia, gran capacidad de tiro, etc. En definitiva un gran futbolista para jugar a la contra. Pero...¿Ancelotti no iba a jugar a controlar los partidos?.

Sin Özil y con Gareth Bale, Ancelotti se encuentra con el equipo perfecto para jugar al estilo de ¿Mourinho?. Carlo intenta seguir adelante con sus ideas a pesar de que se queda en plantilla con un solo mediapunta creativo (Isco) y con tres galgos en las bandas (Cristiano Ronaldo, Di María y Bale). Pero todo cambia a raíz del partido de Champions League frente al Galatasaray. El Real Madrid se adelanta a la media hora de juego y el Galatasaray se vuelca al ataque, cosa que es aprovechada por el Real Madrid que a la contra le endosa al equipo turco un sonoro 1-6. Desde entonces surge la idea en todos los medios de comunicación de que el Real Madrid tiene que jugar a la contra. Y Ancelotti cede a la presión.

Es así como nos encontramos con el FC Barcelona-Real Madrid del pasado fin de semana. Ancelotti decide plantear un once titular fiándolo todo en defender durante todo el partido (Sergio Ramos juega como mediocentro defensivo, de forma que no hay un solo jugador capaz de controlar el ritmo) y jugárselo a las contras (Bale, Di María y Cristiano). El resultado es desastroso.  A pesar de que el Barcelona se encuentra muy lejos de su nivel de excelencia futbolística, el Real Madrid perdió el partido. Y lo que es aún peor, dio la sensación de no saber ni cómo quiere jugar, ni a qué quiere jugar, ni con quién quiere jugar. Y lo más importante de todo para un club como el Real Madrid: no siempre gana. Carlo duda, Florentino tiembla.

viernes, 25 de octubre de 2013

¿Rendimiento o tradición?

El debate iniciado por José Mourinho, que alineó como titular a Adán en La Rosaleda la anterior temporada, se prolonga hasta el presente. Dos porteros, dos candidatos: Diego López e Iker Casillas. Un único puesto.  

Diego López se erige como héroe semana tras semana, a pesar del escepticismo que rodeó su vuelta al Real Madrid. El rendimiento es el baremo que debe delimitar y otorgar la titularidad. El futbolista que mayor pico de forma posea, por el bien de la colectividad, partirá de inicio. En este sentido, el portero gallego es una garantía. Además, el estado de motivación, la confianza de Carlo Ancelotti  y el nivel de autoestima proyectan un escenario ventajoso para la titularidad de Diego López.

Iker Casillas, el otro postor. Es el emblema del Real Madrid. Casillas demostró en la Copa Confederaciones que no se encuentra al nivel de antaño. La falta de continuidad y, sobre todo, de confianza suponen un lastre en el fútbol, aún más en un puesto de tanta responsabilidad como es el de portero. El silencio durante la “era Mou” y la incertidumbre sobre su futuro jugaron en su contra. Ancelotti se pronunció. Dio la titularidad en Liga a Diego López. Fue tajante. 

El deporte es competición. La especulación no tiene cabida. Cualquier tropiezo, por insignificante que parezca, puede costar el campeonato. No valen pretextos. Jugar con lo mejor es la premisa. Y Diego López, hasta el momento, es el elegido.

martes, 22 de octubre de 2013

La magia del fútbol

Hoy es domingo de fútbol, y como cada domingo de fútbol, ya se siente ese nerviosismo especial que posee a mi padre las horas previas al partido. “Niños, coged los abrigos que en el estadio siempre hace frío”. Esa frase parece automatizada, pues no falta el día en el que después de ducharme la pronuncie dirigiéndose hacia mí y mi hermano pequeño. Echo de menos ese nerviosismo positivo y ese entusiasmo para otros ámbitos y eventos de la vida. Desde realizar un buen trabajo periodístico hasta cocinar ternera con arroz, la sociedad se podría beneficiar en masa de esta predisposición que mi padre, al igual que muchos de nosotros, empleamos en animar a nuestros equipos.

Ya estamos listos para el partido y, antes de entrar en carretera, llegamos a la gasolinera. Mi padre se baja del coche para repostar y comprar esos chicles de sabor tan intenso. “Papá, estos chicles pican mucho” le dice mi hermano mientras pestañea fuertemente, como intentando calmar en su lengua el picor que los extractos de menta proporcionan al chicle. A mí tampoco me gustan mucho, pero igualmente los mastico. Ya con el depósito lleno y antes de arrancar el motor del vehículo mi padre enciende la radio. Siempre me he preguntado si esos señores que hacen el carrusel de partidos realmente están trabajando y  si cobran por ello, pues lejos de ser una tarea ardua y costosa, no escatiman en chistes y gracias que proporciona al oyente un aura de reunión de amigos. Datos previos al partido, análisis, opinión, todo esto nos engatusa y casi sin poder apartar el oído de la radio, me pregunto el porqué esa capacidad de concentración no surge en los momentos más necesitados. Por ejemplo, mi hermano es capaz de recordar y citar la clasificación y prácticamente todas las alineaciones de los equipos de la primera división española, pero no es capaz de aprenderse unos pocos verbos irregulares en inglés que en el instituto le enseñan.

Sentados en el estadio nos percatamos de que justo debajo nuestra se encuentra al que yo y mis amigos llamamos “el loco”. Nos hace mucha gracia, pues el hombre parece ser afectado por el síndrome de Tourette, y más que a disfrutar del fútbol, se dedica a insultar a todo juez de línea o jugador rival que ronde la zona de alcance de sus gritos, que a juzgar por su torrente de voz, debe ser muy amplia. Mi sabio padre me comenta que su comportamiento resulta inapropiado, pues es de muy mal ejemplo para los muchos niños que acuden a los estadios para disfrutar y no sufrir a individuos como “el loco”. Yo, en cambio, temo al pensar qué pasaría si no hubiera valla protectora y si los afectados por los gritos no hicieran caso omiso a los insultos de este y otros muchos individuos que rondan por los campos de fútbol.

Hoy hemos tenido suerte y hemos ganado en los últimos instantes, y ya saliendo del estadio me encuentro con un viejo amigo que hacía tiempo que no veía. “¡Qué pasa Conejo, qué alegría de verte!” le dije nada más verlo. Él me contestó que desde el instituto nadie le llamaba así y que estaba “que no cabía en el pellejo” por la victoria de hoy. No era capaz de borrar de su cara esa sonrisa. No me pareció extraño hasta que le pregunté por su situación actual. Había tenido que dejar los estudios, pues la mala situación económica casi le obligaba, y encima había terminado con su novia hace escasamente unas semanas. Entonces me di cuenta de la magia de este deporte, que es capaz de alegrar hasta los corazones más tristes y de parar nuestras vidas durante, al menos, 90 minutos.